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Wednesday, January 04, 2006

Amores incompletos

Pensar... pensar... pensar, y con más tiempo que antes... pensar. Si tengo al Morfeo particular perdido, es la mejor solución, darle rienda suelta a una mezcla de pasado, fantasía, futuro, y vivencias; música de fondo, y me termino convirtiendo en el protagonista de mil cuentos. Debuta la página doce del Diario de Way Roth.

Historias breves, reales y ficticias, conexiones momentáneas, deja vus y demases. Tomé mi pendrive en una noche de poco sueño y el blues comenzó a sonar en mi oreja, el contrabajo deambuló en mis sentidos, mientras el señor Alvaro Henriquez me contaba la historia. "Amores incompletos... he tenido por montones".

Acomodo mi hombro en el colchón y mi cabeza en la delgada almohada que acompaña a mi cama. Cierro los ojos y le doy pie a mi propia película: fugaces historias duales y callejeras, encuentros oportunos con miradas penetrantes, suertes de oxígenos en momentos indicados. Play.

Luego de pagar la tarifa exacta de $350 -pasaje de micro-, di la vuelta, caminé hacia atrás y me senté en el pasillo hacia el lado del conductor. En la siguiente parada subió ella. Tomando un helado, poco le interesó mi presencia; pero a medida que se le acababa, su expresión se volvía más sensual. Luego de terminarlo y acomodarse unos lentes de sol grandes, comenzó a jugar con sus labios y el helado que quedó en su boca. Me miró y asomó un pearcing en su lengua. Su juego siguió durante todo el camino, colocaba su cabeza en dirección a mí y modelaba su boca con saliva, pero yo tenía que descender. Caminé hacia la puerta trasera, los pasajeros se acomodaron y ella se acercó a medio metro mío, se sacó los lentes, su mirada clavada y su último juego de labios, fueron respondidos con una sonrisa y mi pearcing de la lengua se asomó para decirle adiós.

Sigue Titae dándole a las cuerdas... el sonido se pierde en un pestañeo, y el otrora líder de Los Tres continúa. "Y Aún me penan... aún me penan. Han turbado mi mente... fusilado mis ganas". Doy vuelta y vuelvo a cerrar los ojos.


Junto al grupo de siempre partimos al lugar preferido de los fines de semana. Previo pago de la adhesión -2000 piticlines- que equivalía a una Budweiser, procedemos por las escaleras a encontrarnos con las caras clásicas de un sábado en la noche. Nos acomodamos en una mesa estratégica y canjeamos las chelas. Hacia mi derecha algo me llama la atención, y más allá de mi lógica de joteo, unos ojos se posan sobre los míos. Luego de un rato de insinuaciones gestuales por ambas partes, me paro y camino a la barra. Las cervezas se habían acabado, era hora de algo más fuerte. Paso a paso me fue siguiendo con la mirada, lejos era la mina más rica del local, era hermosa... "Un vodka con tónica" -uno de mis tragos favoritos -lo preparaba sin dejar de mirarme. "Con limón porfa"... encajó el limón en el vaso y se chupó los dedos... al pagarle tomó sutilmente mi mano, y en la boleta por los correspondientes dos mil pesos, anotó su teléfono.

Parpadeo nuevamente, y el pendrive sigue poniéndole música a mis recuerdos, Henríquez me llama la atención. "Me estoy secando lentamente, debilitando y muriendo irremediablemente". Un ladrido, el sonido de la puerta de un departamento colindante hace eco en un vacío musical, acomodo los audífonos a mis orejas.

Una noche en casa de un amigo, compartíamos un poco de alcohol y música, mientras él a través de messenger conversaba con su novia. Comenzó el cuento de la camarita, nosotros acá, ella junto a unas amigas por allá. "Una amiga le manda saludos a Carlitos", correspondidos luego, siguió el clásico "dile que me agregue". Luego de varias conversaciones en días posteriores, sin saber ella de mi presencia en una junta de mi partner con su polola, aparecí de sorpresa aludiendo a que era un premio que se había ganado, risas, abrazos, el tiempo sumó besos y reencuentros.

"Amores incompletos me anularon por errores, agrietaron ilusiones. Amores incompletos he tenido por montones, y Aún me penan aún me penan". Le doy más volumen al aparato... la encontré en la calle y decidí hablarle... "amores incompletos"... nos escondíamos tras la puerta de la sala a darle rienda suelta a las pasiones juveniles... "amores incompletos, amores incompletos"... bailamos toda la noche y cuando se tenía que ir, al despedirse mordió mi labio... "sin mirarme me quebraste, sin sentirte me golpeaste"... me juró amor en una tarde lluviosa, luego me dijo estar confundida por lo que partió... "con tu alma aparece, con el mal se retuerce"... tuvimos sexo por más de tres horas, en la mañana desapareció... "amores incompletos -llegué a amarla -... amores incompletos -concluí algo perfecto sólo por miedo -... amores incompletos".

Morfeo vuelve del viraje, las historias siguen dando vueltas hasta que me desvanezco, la vida mañana posará otro capítulo en mi mente.